Ciudad de México.- En México avanza el fenómeno de la diversidad trans (travestis, transgénero y transexuales); se hace presente cada vez más impuesto y promovido desde el Estado.
En la Ciudad de México el Artículo 40 de la Ley de los Derechos de las Personas Jóvenes dice:
“el gobierno apoyará y orientará en el ámbito de sus facultades, a que las personas jóvenes cuenten con servicios médicos, jurídicos e informativos, que le permitan construir la identidad sexo-genérica que deseen.
El gobierno proporcionará en la medida de sus posibilidades operativas y presupuestales los servicios de orientación sexual integral a las personas jóvenes que les permita abordar, asumir y ejercer su identidad sexo-genérica”.
La ideología de género, en nombre de la libertad y dado que el único sentido para ellos es el placer, pretende hacer caer en todas estas trampas a nuestros adolescentes y jóvenes. Esto ya se practica, por ejemplo, en la Clínica Especializada Condesa de la Ciudad de México.
En los últimos meses y oportunistamente aprovechando la pandemia que tanto nos afecta, a través de una modificación legislativa, los diputados radicales del partido Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) en la CdMx, pretenden que los menores de edad puedan someterse a mutilaciones de sus miembros genitales y/o a terapias hormonales, sin consentimiento de sus padres, y aun cuando, por su corta edad, no se den cuenta de la trascendencia de esa significativa decisión.
A los padres de familia pretender arrebatarnos por fuerza de ley, la patria potestad de nuestros hijos menores y les ofrecen todos los recursos legales y materiales para acceder al cambio sexo genérico.
A estos políticos solo les interesa su perversa ideología; no les importa el pueblo, ni la biología, ni el atentar en contra de la dignidad de la persona humana, ni la violencia/maltrato físico y psicológico que pueden causar a nuestros niños, quienes quedan afectados de por vida ya que requerirán tratamientos hormonales permanentes para evitar que la naturaleza siga su curso.
El transexualismo es un drama para la sociedad. Los políticos en tres o seis años se van del cargo y las familias se quedan pagando los “platos rotos”.
Además, han legislado para que sean delitos los tratamientos, terapias, servicios y actividades que pretendan corregir la orientación y la identidad sexuales; así como dar cárcel a los padres de familia que envíen a sus hijos a los tratamientos y a los profesionales de la salud que los realice.
Aniquilan la libertad de los padres de familia, de los profesionales de la salud y de las propias personas con atracción al mismo sexo que deseen regresar a la heterosexualidad. ¡ESTO ES MUY GRAVE! Frente Nacional por la Familia. Minuto de formación IG# 52.
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