Ciudadanos responsables promotores de la participación política

¡Que nadie se quede con los brazos cruzados!

Ciudad de México.- Si hay muchos problemas en el ámbito de la vida social en parte se ha debido a la ausencia de líderes humanistas en los ámbitos públicos o a la falta de fidelidad a sus valores cuando tienen responsabilidades políticas, económicas o culturales.

La realidad actual de nuestras sociedades pone de manifiesto que hay una notable ausencia en el ámbito político, comunicativo y universitario, de voces e iniciativas de líderes humanistas de fuerte personalidad y de vocación abnegada que sean coherentes con sus convicciones éticas y sus valores.

Se requiere una nueva generación comprometida con la vida pública, que trabaje en el campo social, cívico y político; ámbitos donde no podemos seguir ausentes.

Todos y cada uno tenemos el derecho y el deber de participar en la política, si bien con diversidad y complementariedad de formas, niveles y tareas. Es indispensable nuestro compromiso en la vida pública, participando con responsabilidad, coherencia, valentía y competencia.

¡Trabajar en política no es fácil! Pero tenemos que ir adelante con fuerza y con confianza porque es una de las formas más altas de servicio al prójimo, porque busca el bien común de las personas y de la sociedad. 

La participación en la política es multiforme y variada, no se da sólo por medio de los cauces tradicionales del ejercicio del gobierno y de los partidos políticos. Hoy día las modalidades de participación ciudadana en la cosa pública se han ido multiplicando: mediante organizaciones no gubernamentales, iniciativas de voluntariado y solidaridad, redes sociales y una diversidad de movimientos populares que contribuyen al bien común de su comunidad.

Como ciudadanos responsables tenemos la obligación básica de promover una amplia y efectiva participación política demandando a nuestros gobernantes que enfoquen su trabajo, interpretando las aspiraciones de la sociedad civil y al logro del bien común.

No solo debemos participar en los procesos electorales, sino hacerlo de manera informada y responsable, conociendo los problemas de nuestra comunidad y confrontándolos con las propuestas de solución que ofrecen los candidatos. Y una vez que ocurra la elección y la toma de posesión, estar atentos a todo lo que hacen, exigiéndoles que cumplan lo que ofrecieron y que no caigan en la corrupción política, tan común en nuestros días. Frente Nacional por la Familia. Minuto de formación IG# 58.

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