Ciudad de México.– La misión necesita de líderes humanistas bien formados con sabiduría, cultura amplia, pensamiento recto y sólido, competentes para cumplir su vocación, congruentes que transformen la sociedad inspirados en los principios y valores del humanismo integral y solidario.
Una misión que sería imposible sin hombres rectos, ni operadores económicos, agentes políticos que sientan con fuerza en su conciencia el llamada a promover y defender la vida, familia, libertades y el bien común, es necesario de preparación profesional como la coherencia moral.
Se requiere desarrollar competencias técnicas de liderazgo proactivo y efectivo: cabildeo, cómo hacer alianzas, comunicación social efectiva, redes sociales, liderazgo, oratoria, elaboración de políticas públicas, etc.
Líderes con visión a largo plazo que trabajen sin obsesionarse por resultados inmediatos. Esto ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad.
Quien trabaje en política tiene necesidad de vivir las virtudes de la fortaleza, paciencia porque vivirá en medio de innumerables dificultades, y casi nunca podrá ver el resultado de sus propias acciones y de sus propios sacrificios. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad.
Sobre todo, se trata de iniciar procesos, de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta fructificar en importantes acontecimientos históricos.
Líderes realistas que sepan identificar situaciones políticas concretas, acciones realmente posibles para poner en práctica los principios y valores. Esto exige conocimiento de las situaciones, analizar con ayuda de las ciencias sociales e instrumentos adecuados; reflexión sistemática sobre la realidad a la luz de los valores. De la profundidad del análisis y de la interpretación de la realidad derivan las opciones operativas concretas y eficaces.
Sólo se llegará lejos si se tiene liderazgos sociales genuinos que generen vertebración social y que ganen influencia en la sociedad. Promover una genuina participación ciudadana constructiva a nivel comunitario e institucional. Sumar, hacer sinergia con líderes de asociaciones que compartan la misma visión y fines.
Interaccionar con dirigentes de instituciones, universidades, organismos de las Iglesias, otros movimientos y Organizaciones de la Sociedad Civil que valoren a la persona, derechos humanos, el matrimonio y la familia.
Líderes que sepan aprovechar eficazmente los medios de comunicación social. Se debe procurar estar presente en los MCS: prensa, radio, tv, foros, sitios de internet, Facebook, Twitter, etc. Formar comunicadores profesionales competentes y comprometidos con los valores humanistas en la transformación de la sociedad.
El indispensable el compromiso de los laicos en la vida pública de los países latinoamericanos, según la Pontificia Comisión para América Latina. En la actualidad es necesario rehabilitar la dignidad de la política, ordenada al bien común y no desordenada por la idolatría del poder y del dinero ni ensuciarla por altos niveles de corrupción en la que los intereses individuales y corporativos tienden a prevalecer.
Es necesario educar en una mirada cristiana sobre toda la realidad, para que surjan auténticas vocaciones políticas de los laicos en todos los ámbitos de la vida pública. Frente Nacional por la Familia. Minuto de formación IG# 59:http://capacitate.frentenacional.mx/biblioteca/
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