El bien común se busca con generosidad y caridad

—Los abuelos deben recibir una vida digna como personas humanas

—La visión de los jóvenes, se refleja en los adultos mayores 

—Juventud un estado del alma


Cancún, Quintana Roo, a 25 de julio de 2021.— Acercarse a Cristo como Sacramento hecho Palabra, que nos da valor, vida, anima, alienta, fortalece a mirar la vida desde la óptica de Dios, señaló el rector de Catedral Santísima Trinidad en Cancún, padre Mario González Suárez.

Al recordar las palabras de su Santidad, el papa Francisco, dijo que la juventud es un estado del alma, no una etapa de la vida, precisó. 

Cuando un ser querido se adelanta a la Casa del Padre, no implica vivir deprimido, triste, sino aprender a ser verdaderos testigos del Señor que resucitó e invita a todas las personas, jóvenes, acercarse a Cristo como un Sacramento hecho Palabra, que da la vida.

Respecto al día de los abuelos, el padre Mario González Suárez, mencionó la Carta Post Sinodal Christtus Vivit del Papa Francisco, que establece que los adultos mayores reflejan la visión de los jóvenes, en el sentido de evitar la ideología del descarte, sino darle la atención que se merecen como personas humanas y no abandonarlos ni enviarlos a los asilos alejándolos de todo vínculo familiar, sin siquiera recibir visitas. 

Dar atención a los abuelitos, no tanto en parte económica, si no moral, afectiva, sin etiquetarlos con atributos inapropiados. Esto en la víspera de la festividad litúrgica de San Joaquín y San Ana abuelos de Nuestro Jesucristo y padres de María Santísima, en cuya atención los abuelos deben recibir una vida digna como personas que algún día serán llamados a cuentas, pero sólo cuando Dios les permita entregar su vida, con una muerte digna y no a través de prescripciones médicas como la eutanasia.

Finalmente, en la festividad de Santiago Apóstol, la Iglesia busca seguir su ejemplo de buscar el bien común con generosidad y caridad a los demás como un encuentro personal con Cristo, en busca de realizar una adecuada evangelización y llegar a la felicidad dentro de la existencia humana, concluyó el padre Mario González Suárez.





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