Cancún, Quintana Roo, a 14 de junio de 2021.– Amar y procurar el bien a los demás, es un mandato de la ley divina, para salvaguardar y garantizar la seguridad de todos, indicó el vocero de la Diócesis, padre Mario González Suárez, en Catedral Santísima Trinidad de Cancún.
La semilla que el Señor sembró en el corazón de la
humanidad debe de crecer hacia arriba y dar frutos en la sociedad, precisó.
Explicó la importancia de retomar la recomposición del
tejido social hoy severamente dañado por la falta de moral, valores, para poder
crecer hacia arriba donde se encuentra la perfección de Dios, que Él ha dado a cada
persona la decisión a tomar acciones buenas y que por ningún motivo el hombre
debe conducirse con una actitud personalista, egoísta.
El único Juez es Dios, que en su infinita misericordia
juzga correctamente al hombre por las acciones buenas o malas que éste tome, de
acuerdo a lo que dicen las Sagradas Escrituras, de ahí que la gente debe dar frutos
para ayudar al crecimiento en la fe de la sociedad. Aclaró la postura de la
Iglesia Católica respecto al lobby de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis,
Transexuales, Transgeneros, Hipersexuales y Quers (LGBTTTIQ), que es acoger,
escuchar, brindar asesoría espiritual a las personas que en su momento lo
requieran, sin descalificar ni juzgar.
“Todos somos familia, pues vivimos debajo en una misma
sombra”, dice el Evangelio, de ahí la importancia de invitar a todos a sumarse
como hermanos, dar acompañamiento, ya que todos son ciudadanos con derecho y
responsabilidades que asumir en el rol que cada uno tiene dentro de la sociedad,
procurando que las autoridades cumplan con la función que les toca que es la de
garantizar protección y seguridad a la ciudadanía.
Buscar el bien de los demás
Respecto a la remodelación de la Catedral de Cancún tentativamente en noviembre se dará a conocer de forma oficial, que fue detenida por la pandemia y la grave crisis económica, por lo que se han retrasado los trabajos. Hizo un llamado a toda la Diócesis a unirse a trabajar y colaborar con generosidad, para ofrecer a los visitantes, unas instalaciones dignas, y poder dar atención espiritual al turismo religioso.
Finalmente, con respecto a la llegada del primer crucero
a Cozumel, después de un año de parálisis económica, apeló a la importancia de
que las autoridades tomen en cuenta las debidas reglas de sanitizacion, en el
sentido de que está embarcación no se convierta en un punto de contagio, ya que
después superarse la ola de contagios pudiera darse un repunte. De ahí que llamó
a la sociedad cozumeleña a cuidarse y cuidar al otro, que si bien, es
apremiante mejorar la economía, se debe de hacer salvaguardando la salud de la
comunidad, concluyó el padre Mario González Suárez.
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