El ayuno es una práctica religiosa acompañada de la oración, de la penitencia y de la acción
Toda empresa a favor de los demás debe estar sustentada en el Señor
"Si el Señor no construye la casa, de nada sirve que trabajen los constructores"
Como un "amargo clamor, un grito de protesta, en una
clara expresión de que una Nación inocente está a punto de ser exterminada", no
es un lamento funeral.
El brutal decreto, la reacción de un electorado, de una ciudadanía impávida que sufragará el próximo 6 de junio, como un acto de protesta ante las constantes
humillaciones de un mal gobierno que lo ha sumido en la ignorancia, pobreza y
sobre todo en la polarización, al ponerlos a unos contra otros.
Pastores y autoridades, marcha por la paz enero 2019 |
La misión por lo tanto es la de propagar la buena nueva en busca de la salvación de
la humanidad a través de las palabras o del testimonio de vida. Esto coloca al
hombre en una situación compleja, debido a que tendrá que perder la paz personal,
para arriesgar su propia vida, por todo un país: México.
La advertencia "si callas ahora..., la liberación
vendrá de otra parte, pero tú y la familia de tu padre morirán" es válida
para todo aquel que dice creer en Dios. El Señor actúa por muchos medios cuando la
respuesta del hombre a su llamado es un no rotundo. Él buscará y hallará
hombres valientes, dóciles a su acción, pero el que no ha respondido es quien pierde la
posibilidad de realizarse al no amar el servicio concreto que rechazó. Dice un
pensamiento espiritual: "los hombres podrán salvarse por otros caminos, si
yo no les doy a conocer la verdad. Pero yo no podré salvarme si no anuncio el
Evangelio". (Ester 4, 13—14).
El ayuno es una práctica religiosa que generalmente va acompañada de la oración, de la penitencia y de la acción. Para llevar adelante
cualquier empresa a favor de los demás hace falta sustentarla en el Señor; el
salmo 127 expresa con elocuencia esta realidad: "si el Señor no construye
la casa, de nada sirve que trabajen los constructores".
Plaza de la Reforma Cancún, enero 2019 |
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