La violencia no se justifica en ningún sentido

La violencia se da en diversas índoles psicológica, mental, espiritual

Konaté Hernández

Cancún, Quintana Roo a 6 de abril de 2021.– Si bien es cierto, se considera a un individuo violento, cuando actúa en contra de otro, aunque generalmente se da cuando un hombre vulnera la integridad de la mujer, de forma física o verbal, lo que es a todas luces injustificable.

Tampoco se justifica a quienes ejercen violencia psicológica, mental, espiritual o de cualquier otra índole, la violencia es violencia en cualquier sentido. 

La violencia no solo repercute entre las personas que se enfrentan, sino que puede causar severos daños a terceras personas, por ejemplo a los hijos, si se trata de violencia intrafamiliar, es decir la que se ejerce en el hogar, entre los cónyuges: reprobable.

Y en el peor de los casos, cuando la violencia alcanza a terceras personas en la calle, por ejemplo cuando se infiltran grupos de choque en una manifestación que se dice pacifica, esta dejar de serlo por ese solo hecho. Es de todos sabido que las manifestaciones están garantizadas por el Estado, siempre y cuando no se ejerza violencia, ni se paralice la movilidad o tráfico de personas y mercancías, que ven afectado su trabajo, así como el buen desarrollo y economía de un país, porque también estas tienen garantizado su derecho a la libre circulación. 

Pero en la actualidad, esto parece difícil, quizá imposible de garantizar, sobre todo cuando se violan los derechos inalienables de terceras personas, y se ocasionan severos daños a las instituciones públicas o privadas, iglesias, templos, recintos culturales, deportivos, partidos políticos, hogares, etc.

Es obligación de los mandos y cuerpos policiacos, salvaguardar la integridad física de niños, adolescentes, jóvenes y de la ciudadanía en general como de las instituciones, y no violentarlas. Es obligación del Estado retribuir con una adecuada remuneración al personal de seguridad pública para el sustento de sus familias, y evitar actos de pillaje corrupción e impunidad.  

Violencia injustificable

Un hecho que consternó al mundo, fue el crimen contra la migrante salvadoreña Victoria Esperanza Salazar Arraiza, radicada en el municipio de Tulum; lo que encendió la ira de la autodenominada Red Feminista “Quintanarroense”, mejor conocidas como las chicas de las pañoletas verdes, que si bien tienen derecho a la libre manifestación, por estar está garantizada por las leyes mexicanas, no pueden violar las garantías individuales de terceras personas e instituciones.

Irrespetuosas e irracionales     

Hace 2021 años, el Salvador por las calles de Jerusalén encontró a su paso un grupo de mujeres que lloraban por Él. Hoy, 2021 años después, vuelve el Señor a encontrarse con mujeres muy distintas a las que consoló.

Mujeres atrapadas en el colectivo irracional, exigen derechos a bases de insultos, destruyen todo a su paso, luchan por un feminismo y una dignificación de la mujer, cuando ni siquiera ellas mismas se dignifican.

Mujeres violentas, acompañadas de actos de vandalismo. Mujeres que se introducen a los templos a profanar la Eucaristía, burlarse de la Virgen María.

Hoy el Señor Jesús no dejará de volver a repetir sus palabras de consuelo: mujeres de Jerusalén no lloren por Mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos. Porque aunque en la lucha se exija el aborto como derecho, desde el momento de la concepción toda mujer es madre y cada feto abortado son sus hijos.

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