Mensaje dominical, 28 de marzo de 2021
2. La Iglesia existe parar servir, sobre todo a los más necesitados, a los lastimados, que están a la vera del camino como el hombre del Evangelio que cayó en manos de ladrones y lo dejaron medio muerto. La Iglesia es la buena samaritana que se compadece de ese hombre tirado, golpeado y abandonado. La Iglesia existe para compadecerse, acercarse, ungir con aceite y vino, cargar en sus brazos y cuidar de ese hombre enfermo. La Iglesia sirve dando el consuelo del sentido de la existencia, dando luz a los extraviados, dando misericordia a los pecadores, dando paz a las almas, reforzando los valores de la familia, dando la certeza y la esperanza que necesitamos en momentos difíciles.
3. La Iglesia está para servir y ustedes los laicos son las manos de la Iglesia. La Iglesia está para evangelizar y ustedes son la lengua de la Iglesia. La Iglesia está para salir y ustedes son los pies del mensajero que lleva buenas noticias. Gracias por participar de este servicio desinteresado. Gracias por ser protagonistas sin protagonismos. No están solos en esta misión. Todo el poder de Jesucristo está con ustedes. El mandato misionero está con ustedes, la presencia y la compañía de Cristo siempre estará con ustedes. No van en nombre propio, van en nombre de Cristo. No van a enseñar su propia enseñanza sino la enseñanza de Cristo. Van a ser los milagros de Cristo. Y van a ser discípulos de Cristo a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
+ Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas
Obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal
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