El aniversario de la Independencia se torna gris

Hoy más que nunca se necesita alzar la voz para que México proteja el derecho más fundamental, que es el derecho a la vida en todas sus etapas, desde la fecundación y hasta la muerte natural, por lo que se hace extensiva la invitación a que el domingo 3 de octubre te unas a la marcha nacional “A favor de la mujer y de la vida” que se realizará en la Ciudad de México a las 11:00 a.m., y dar a conocer lo que suceda en la sesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el 20 de septiembre respecto al tema de la objeción de conciencia, en espera que los ministros avalen el derecho del personal médico y de enfermería de oponerse a realizar procedimientos que vayan en contra de sus convicciones.


Ciudad de México.– Hace 211 años el grito de independencia marcó el inicio del movimiento que haría de México una nación libre, hoy nuestra voz dio el grito silencioso de todos los mexicanos por nacer que claman para que se respete su vida. México es una patria que protege a todos sus hijos sin discriminarlos, antes y después de nacer, es un país de héroes, no de cobardes. ¡Viva México! 

Para ayudar y apoyar a la mujer no se necesita el aborto, sino proveerle salud, educación, trabajo, seguridad, una vida digna. En resumen: permitir el aborto es enmascarar la incapacidad del Estado para atender las verdaderas necesidades de las mujeres.  

“Te prometemos ser siempre fieles a los principios de libertad y justicia que hacen de nuestra patria, la nación independiente, humana y generosa, a la que entregamos nuestra existencia”. Sin embargo, no puede haber libertad y justicia en una nación que desprecia a sus ciudadanos más indefensos, mucho menos humanidad y generosidad. Los valientes héroes patrios dirían que el aborto es como dar una “puñalada por la espalda”. Los juristas más sabios dirían que es un homicidio con todas las agravantes que son premeditación, alevosía, ventaja y traición. Desde el ángulo que se quiera ver, quitar la vida a un ser humano en su estado de mayor vulnerabilidad, y cuando no se puede defender, es un acto de cobardía. 

Este 15 de septiembre México cumplió 211 años del proceso para convertirse en una nación independiente y soberana. Sin embargo, este aniversario de independencia se ha visto ensombrecido porque justo hace unos días la SCJN le dio la espalda a los mexicanos por nacer y a sus madres, de ahí que nada hay que celebrar. Bajo argumentos contrarios a la ciencia médica y a los derechos humanos fundamentales, los ministros de la SCJN desconocieron el derecho humano a la vida y manipularon las causas a favor de la mujer. 

En las sesiones llevadas a cabo los días 7 y 9 de septiembre de este año, se resolvieron dos acciones de inconstitucionalidad. El primer asunto relacionado con el Código Penal de Coahuila, proyecto de sentencia que pretendía despenalizar el aborto en esa entidad, con la decisión de los ministros de favorecer el proyecto, de la despenalización del aborto. El otro asunto fue en contra el artículo 4 bis A, fracción I de la Constitución de Sinaloa, que protege la vida humana desde la concepción, proyecto de sentencia que pretendía declarar la invalidez de esta disposición y así lo resolvieron los señores ministros. La gravedad del asunto es que los efectos de ambas resoluciones pueden dar pie a que en el resto del país se promuevan acciones en contra de disposiciones similares y se resuelvan en el mismo sentido, para desproteger el derecho a la vida. 

Llaman la atención y desconciertan los argumentos utilizados por los ministros, que olvidaron que la vida humana inicia desde la fecundación, debido a que hay evidencia científica y médica que lo sustenta, sin embargo, los jueces de la SCJN ignoraron los hechos científicos y en su discurso hablaron del hijo como el “producto de la concepción”. 

Ante los comentarios de que no se podía criminalizar a la mujer y que se debía proteger su derecho a “decidir sobre su cuerpo”, lo que demuestra que pasaron por alto que la persona en gestación no es parte del cuerpo de la mujer, sino un ser humano completamente distinto y con su propio ADN. Otro argumento que manejaron es el derecho de la mujer a decidir, y que en el aborto se toma una decisión sobre el hijo y su vida. 
Un razonamiento utilizado fue decir que el hijo en gestación no podía considerarse como una persona de la misma manera que se considera a una persona nacida, como es la mujer, lo que es peligrosamente similar al argumento de los gobiernos que les quitaron la vida a las personas de raza judía. Además, señalaron que la persona en gestación no siente dolor en los primeros días de su existencia, sino un poco más adelante, cuando se empieza a desarrollar su sistema nervioso. Sin embargo, el sentir dolor no es lo que nos otorga el derecho a vivir, sino el simple hecho de ser humanos. 

Todos estos argumentos discriminan al ser humano en gestación en razón de su etapa de desarrollo, dicho que el aborto no es la solución a los problemas de las mujeres, no es salud, porque expone a la mujer a los riesgos que conlleva el cometerlo. Tampoco puede ser un derecho, porque se elimina una vida humana, y un delito no puede ser un derecho. Y a todo esto se añade que el hijo en gestación es ignorado, discriminado y eliminado con el aborto. ConParticipación 


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